domingo, 17 de junio de 2012

MUNICIPIO DE CÁRDENAS EN RIVAS.


El municipio de Cárdenas, ubicado a 159 kilómetros de Managua, tiene una variada oferta turística y recreativa. Desde visitar antiguas cuevas ocultas entre montañas hasta bañarse en aguas termales y en hermosas playas.
Y, para los amantes del ecoturismo y el deporte de aventura, este municipio de 226 kilómetros cuadrados de extensión ofrece también espesos bosques donde se puede apreciar una inmensa variedad de flora y fauna, como parte de sus riquezas naturales.
Este pintoresco municipio, cuya geografía se asemeja a un hacha, se extiende entre la frontera costarricense y las costas del Lago Cocibolca, hasta culminar al este con la zona de amortiguamiento de la Reserva Natural Los Guatusos, en el municipio de San Carlos, del departamento Río San Juan. Por esa privilegiada ubicación geográfica, sumada a sus riquezas naturales, Cárdenas se está perfilando como una nueva ruta turística.
Según el alcalde Rodolfo Pérez, el territorio es atravesado por numerosos ríos que nacen en Costa Rica y desembocan en el Cocibolca. Su población actual suma más de diez mil habitantes.
De este potencial ya están claros sus autoridades y pobladores, ya que según la vicealcaldesa de Cárdenas, Arlen García Flores, el gobierno local con apoyo del Gobierno central están trabajando para crear las condiciones e infraestructura, para ofertar al municipio como destino turístico.
Paseo por islotes deshabitados 
Entre los planes de la municipalidad está organizar y promover tours (recorridos) por las islas La Zanate, El Zanatillo y El Zanatito, localizadas a unos 6 kilómetros de las costas del casco urbano del municipio.
El lugar es catalogado como “área de refugio” de animales en peligro de extinción y aunque en la actualidad es un milagro ver en el Cocibolca un tiburón de agua dulce, funcionarios de la Alcaldía aseguran que en el sector de los islotes, el escualo ha encontrado un refugio natural, al igual que otras especies como el sábalo real, el pez gaspar, tilapia, róbalo, mojarra roja y guapote.
De acuerdo con García, los islotes están deshabitados y sirven de sitio de anidación de aves migratorias que en determinada época del año acuden allí, entre estos los patos aguja y patos chancho, y a la vez son el hábitat de muchas culebras y garrobos. Además, son uno de los sitios preferidos por pescadores ilegales.
Para quienes prefieren playas, la oferta incluye las costas de balnearios muy bonitos y famosos como Las Mercedes, La Flor, Zapotillo y las del casco urbano, donde los visitantes podrán deleitarse con los exquisitos pescados fritos que se preparan en los establecimientos ubicados frente a la costa, o bien degustar otro tipo de platillos marinos.
Los que disponen de mayor tiempo y gustan del ecoturismo y la aventura, pueden enrumbarse sobre la carretera que va del casco urbano hacia la comunidad Colón, cuyo caserío es el límite entre Cárdenas y San Carlos, por lo que desde allí se puede hacer un tour al Archipiélago de Solentiname, que está a escasos 40 minutos en lancha. A este último destino no hay costos estimados, ya que el valor del pasaje se negocia con los dueños de los botes.
Cuevas y aguas termales
En el trayecto a Colón se pueden apreciar los volcanes Maderas y Concepción, de la Isla de Ometepe, desde otro ángulo e ingresar a los bosques densos de la comunidad El Abuelo, ubicados cuatro kilómetros antes de Colón y donde sobresalen seis cuevas.
Según el lugareño Marcos Zúñiga Jácamo, a estas cavernas las llaman “las cuevas del amor”. Cuatro de ellas están visibles entre una montaña y la zona costera del lago y las otros dos están cubiertas por el agua del lago, detalló García.
La zona también dispone de una fuente virgen de aguas termales que está en miras de proyectarse como destino turístico junto a las cuevas. En esta ruta los visitantes también podrán observar una gran variedad de aves, entre las que están el cenzontle, loras, pavo real, guardabarranco, búho, tucán, pico de navaja, sangre toro, lechuza, canario de lago, entre otros.
Entre los reptiles sobresalen las boas, garrobos, tortugas, culebras terciopelo, corales y, con suerte, al ocultarse el Sol se pueden apreciar los ocelotes, tigrillos, leoncillos y hasta dantos.
Para llegar
A este maravilloso rincón casi inexplorado se puede llegar desde Managua, abordando un bus en el Mercado “Roberto Huembes”, que vaya rumbo a la ciudad de Rivas.
Al llegar al mercado de esa ciudad, debe abordar los buses que se dirigen hacia Cárdenas.
Después de recorrer 159 kilómetros desde la capital, se llega a este destino privilegiado por la naturaleza.
Para los que ingresen por la frontera de Peñas Blancas, el recorrido es de apenas 20 kilómetros.
La mayoría de las calles del casco urbano están adoquinadas y la población dispone de centros de salud, colegios, un instituto de secundaria, servicio telefónico, luz eléctrica y de transporte público intermunicipal y municipal.

domingo, 10 de junio de 2012

MUNICIPIO DE LAGUNA DE PERLAS.







Etnias, culturas, gastronomía, turismo ecológico, mar y playa ofrecen a los turistas nacionales y extranjeros las doce comunidades que componen el territorio Laguna de Perlas, en la Región Autónoma Atlántico Sur (RAAS) de Nicaragua. Si usted visita esta paradisíaca zona de nuestro país, corre el riesgo de no querer marcharse.

Hay música y colores; también gente amable y atenta con los visitantes. En estas comunidades pueden disfrutar de caminatas por lindos senderos y observar animales salvajes en su propio hábitat. Puede recorrer bosques en Kahka Creek, en Wawashang y en Orinoco donde se asientan decenas de garífunas.

Existe una gran amalgama cultural en este pedacito de Nicaragua, donde se encuentran creoles, mestizos, miskitos y garífunas. Y esta mezcla resulta muy atractiva para los turistas extranjeros, apunta César Patterson, promotor turístico de Laguna de Perlas.

“La cultura de la Costa Caribe, particularmente la de Laguna de Perlas es una de las demandas de los turistas extranjeros, ellos quieren saber sobre la historia, su gente, sus comunidades, sus cayos”, destaca.


Pero más allá de esa enorme riqueza cultural, Laguna de Perlas cuenta con paisajes excepcionales, entre ellos los 19 bellos cayos que hace poco más de un año fueron declarados Refugio de Vida Silvestre por la Asamblea Nacional. Esto para proteger a las tortugas de carey, langostas, camarones, corales y peces de la zona.

Hay arena blanca como de cristal y agua color turquesa, orquídeas, árboles de coco y bellos edificios para recibir a los visitantes. Con todo, “los Cayos Perlas son un verdadero paraíso tropical todavía no explotado por los turistas nacionales ni extranjeros”, dijo Jorge Webster, un poblador de Laguna de Perlas.

Este paraíso es casi virgen. Y lo está esperando a usted. Un viaje a cualquiera de los Cayos Perlas tiene un costo de 250 dólares, en lancha rápida, cuando el grupo es de cuatro personas. Si es de ocho, el pasaje sube a 300 dólares.

“Cada cayo tiene una capacidad de 15 personas, no queremos meterle más para no afectar su ecosistema, ni el hábitat de las tortugas marinas que ahí desovan”, señala Patterson.

Al pagar el pasaje, se tiene derecho a un día de estadía, hospedaje y alimentación.
fuente:la.prensa